Descripción:
Esta última etapa del GR 18 prosigue su camino hacia el norte remontando el Valle de Baliera y visitando las pintorescas localidades que jalonan este desconocido valle. Tras atravesar los altos puertos pirenaicos desciende hasta el valle de Barrabés, con Aneto como último punto de referencia. La etapa actúa de columna vertebral del municipio de Montanuy.
La quinta etapa del GR 18 se inicia en Bonansa, desde donde marcharemos dirección norte por la pequeña carretera de acceso a Bibiles. A los pocos metros de abandonar Bonansa, dejamos la ermita de San Roque a nuestra derecha y nos desviamos de la carretera para tomar un camino que también sale a la derecha. Tras cruzar una pista y pasar bajo una peña y unas casas, alcanzamos la iglesia de Bibiles.
Dejamos atrás la pequeña población por la carretera y pronto tomamos un camino que sale a la derecha, y que a los pocos metros nos lleva al barranco de Santa Llusia. Una vez cruzado, avanzamos por un camino que nos lleva al pueblo de Noales.
Muy cerca de Noales se encuentra Benifons, núcleo al que llegamos por un camino que discurre entre bosque y abundante vegetación. Dejamos atrás el pequeño conjunto de casas y seguimos en dirección norte por un camino que enseguida se convierte en pista. Tras varios cruces, donde cogemos y abandonamos la pista, y después de cruzar dos pequeños cauces, salimos a la carretera; tomamos un desvío a nuestra izquierda y nos presentamos en Ardanuy.
Desde Ardanuy descendemos hasta una zona donde debemos cruzar varios barrancos de escasa entidad. Tras la bajada ascendemos hasta el cruce con el GR 18.1, para terminar entrando en el casco urbano de Castanesa, dividido en dos barrios. Abandonamos el pueblo y avanzamos por carretera hasta Fonchanina. Desde aquí, continuamos por una pista hacia el norte, pasamos el barranco de Fonchanina y, poco después, el de Ponfarrat, para llegar hasta la ermita de San Silvestre. Aquí atravesamos el barranco y el conjunto de bordas del mismo nombre.
Avanzamos en paralelo al río Baliera, muy atentos a la señalización, y alcanzamos el barranco y las bordas de Picalbo. Cruzamos pequeños barrancos, siempre en ascenso y con el camino bien definido, hasta alcanzar el barranco de Chinestuso, donde la senda está menos clara.
En continuo ascenso y en paralelo al barranco, continuamos hasta alcanzar el collado de Salinas. Desde este punto y tras contemplar las magníficas vistas desde lo alto, descendemos hasta el barranco Llauset, que cruzamos por la palanca dels Pasos. Unos 2 km más adelante, salimos a una pista asfaltada que en pocos metros nos conduce hasta un importante cruce, donde el GR 18 enlaza con el GR 11.
Descendemos unos metros en dirección sur y, tras pasar junto a las bordas de Nestuí, nos desviamos a la izquierda por un camino que, junto con el GR 11, nos lleva al pueblo de Aneto, lugar donde culmina el GR 18.
