Descripción:
Este pequeño recorrido transcurre por la antigua la vía de comunicación entre Benasque y Cerler. Es un bonito y ascendente camino de herradura que ofrece excelentes panorámicas del valle hasta su llegada a Cerler, el pueblo más alto del Pirineo aragonés.
A lo largo de la ruta debemos de permanecer atentos a los cruces y desvíos, ya que encontraremos tramos del recorrido con escasa señalización.
En Benasque, capital del valle, junto a la carretera que bordea la población en dirección norte y poco antes del puesto de bomberos, tomaremos un sendero que arranca a la derecha. Desde el inicio, el ascenso es continuo, pero el paisaje hace más llevadera la subida.
En el ascenso dejamos en todo momento el tozal de Coroneta Rasa a nuestra izquierda, lugar donde se asentó el castillo de Benasque. Esta fortaleza existía desde el siglo XIII y, tras ser protagonista de diversas guerras, como las de Sucesión o la de la Independencia, fue ordenada su demolición por Real Decreto en 1858.
Tras bordear el tozal por su derecha, remontamos un tramo rocoso y continuamos por el viejo camino que discurre entre muros y que nos lleva a toparnos con una pronunciada curva de la carretera. Continuamos por el sendero y a los pocos metros salimos a la vía asfaltada, donde hay un magnífico mirador. Este es un buen lugar para hacer un descanso y disfrutar de las vistas sobre Benasque, el valle y las montañas que nos rodean.
Una vez reanudada la marcha, cruzamos la carretera de frente y continuamos ascendiendo por el camino que, en pocos minutos, nos lleva de nuevo a salir al asfalto, por el que avanzamos unos 100 m. Volvemos al sendero y, después de unos 400 m, aproximadamente, alcanzamos otra vez la vía asfaltada por la que enseguida llegamos a Cerler.
Regresamos a Benasque por el mismo camino.